Las colas para entrar eran casi kilométricas, y las puertas no eran suficiente para tanta gente, pero con la compañía con la que fui se hizo un poco menos pesada la espera de la entrada al Heliodoro Rodríguez López. Y entorno las 22:00 conseguimos entrar por fin. Ya había bastante gente dentro pero seguía entrado muchísima más.
Y tras un tiempo esperando ya dentro, el espectáculo iba a comenzar... Maná había vuelto... Intercalaron canciones del nuevo disco, como "Lluvia al corazón", "El espejo" o "Latinoamérica", entre otros, pasando por los clásicos de siempre como "Me vale", "Clavado en un bar", "De pies a cabeza", "Corazón espinado" y muchísimas más. A parte del repertorio músical del grupo no faltó el ya habitual solo de batería de Alex, que no decepcionó, fue espectacular como siempre. Sorprendieron cuando aparecieron en la torre que se encontraba en el medio del campo (donde se encontraba la mesa de sonido) y tocaron algunas canciones y subieron a dos chicas con ellos (¿cómo no?).
Las más de 28.000 personas que nos encontrábamos allí cantamos sin parar y disfrutamos como nunca. Por mi parte, era ya la cuarta vez que los veía por la isla, pero sin duda estos mexicanos siempre van a más, un magnífico espectáculo de Luz y Sonido que no defrauda nunca. Esta gente creo que le ha cogido mucho cariño a esta tierra así que sin duda volverán en su próxima gira, y todos esperamos que vuelvan.
